Todo este fascinante mundo cuántico abre una misteriosa puerta al mundo espiritual. Somos como grandes antenas electromagnéticas. Dependiendo de nuestra energía vamos a atraer a unas posibilidades o a otras, de las infinitas que nos ofrece el Universo.
¿Qué señal estás tu transmitiendo al Universo? Porque puede depender de ella lo que recibas. Siendo conscientes de esto tenemos la capacidad de cambiar nuestra energía, para ello primero tenemos que cambiar el pensamiento, salir de nuestra rutina, de nuestro tiempo y de nuestro cuerpo. Imaginar situaciones deseadas es una forma muy sencilla de hacerlo ya que al imaginar nuevas situaciones, como el cerebro no tiene ojos, no sabe si lo que pensamos, soñamos o imaginamos, está pasando de verdad o no.
De esa forma nos adelantamos a lo que queremos, las funciones celulares de la felicidad se ponen en marcha serotonina, endorfinas, dopamina... Puedes crear tu propio mundo. Si el pensamiento que transmites sobre lo que quieres es claro y definido, lo atraerás. Podemos relajarnos, confiar en la vida, co-crear con el Universo y disfrutar de nuestra existencia. Compartir e interactuar con las personas es lo que de verdad nos va a hacer felices. Somos seres espirituales, necesitamos nutrirnos de amor, compartir, sentir paz y serenidad.
El pensamiento influye contundentemente en nuestra realidad o matrix, así que es importante empezar a educar a nuestros niños y a nosotros mismos para cambiar a un pensamiento positivo sobre su realidad, ya que son responsables de crearla. Es urgente tomar conciencia y comenzar a vivir con una actitud más responsable. Para que ante la conflictividad que vivimos, seamos más adultos y reflexionemos, para elegir nuestros pensamientos, los más positivos, los más constructivos para solucionar los problemas y no para avivarlos.
Los que tienen un pensamiento tóxico constante de rabia desasosiego, desesperación: no importa a quién están culpando de sus desgracias, a los únicos que les están haciendo daño, es a ellos mismos. Nada justifica quedarte en la lamentación, culpando a otros para justificar tu desgracia, ya basta. Levántate, piensa y hazte cargo de un mundo mejor para tí y los tuyos. El momento es ahora.
Fuente: (Síntomas del Despertar de la Conciencia)
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